Dos de las cosas más exquisitas en la vida: perfumes y libros
Fotografía: NastyaSensei Work acc @phnastyasens
Por Heidi Olivia Bañuelos Hernández
En los siguientes renglones me permitiré utilizar este espacio, a manera de confesionario, en lo referente a los regalos, muy específicamente a los libros y a los perfumes. Los he recibido de ambos tipos, pero sin llegar a la exageración. Les hablaré un poco de mi situación, soy estudiante de literatura, así que es muy probable por parte de las personas de mi entorno asumir que el mejor regalo para mí es un libro, sí cualquier objeto rectangular, con páginas numeradas (algunos hasta llevan ilustraciones) y en el mejor de los casos una pasta con portada, sin importar el género literario, las personas piensan que es el regalo ideal para mí. Algunos de estos especímenes son expulsados de su hogar libresco porque ya han sido leídos, o me ven “cara” de que podría gustarme el libro en cuestión.
Con los perfumes sucede algo similar, mientras el envase tenga una presentación en colores pastel, el frasco se vea bonito o por lo menos llamativo, al igual que la caja, seguramente es el mejor regalo (eso creen). Y en ambos casos, desde luego puede serlo, pero en la mayoría no lo ha sido. Sucede que para mí la lectura y el momento de envolver mi humanidad en alguna fragancia es algo tan íntimo, y cargado de una profunda individualidad, pues es normal que la mayoría no haya acertado en sus presentes de cumpleaños, de Navidad, San Valentín o cualquier otra fecha que implique darme regalos (perfumes o libros), no me conocen.
Por otra parte, están las personas cuyos regalos (perfumes y libros) me han enamorado, y se dividen en dos grupos: quienes me han preguntado directamente qué quiero, o en su defecto me han escuchado decir qué libro/perfume deseo, y el segundo caso es porque sus gustos son realmente exquisitos. Quiero mencionar que uno de los mejores regalos que me han dado hasta ahora: es una edición con las Obras completas. I Cuento. Varia invención, de Francisco Tario, uno de los libros más hermosos que podré leer en toda mi existencia, eso es seguro; la persona de quien proviene esta joya literaria, es alguien quien además de amar y fundamentar su existencia en la literatura, tiene un amplio conocimiento y un agudo sentido estético al momento de elegir lecturas del cualquier género literario. Podría comparar su existencia con la de un faro en medio del mar de libros que nos rodea.
La lectura de un libro es algo tan personal, una necesidad, una curiosidad, una fuga… puede ser cualquier tipo de anhelo dependiendo de cada persona, pero la satisfacción de perseguir historias o hilvanarte el alma y adornar tu lengua con metáforas y versos, solo el asiduo lector sabe de lo que hablo. Y la fragancia, pues eso es como tu sello personal. Letras y aromas están cargadas de la identidad de cada persona. Dos objetos tan delicados como un libro y un perfume merecen ser escogidos con tiempo, con el conocimiento de la personalidad a quienes serán destinados, para que de esta forma sea toda una experiencia para disfrutar.
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