top of page

Franciso Galupila:"Mi traje, mi identidad"

Celina ROMERO

Francisco Galupila Juárez/Foto: Celina Romero

Luego de que terminara la presentación de la camada San Pablo, me acerqué a un "charro" que desde el incio había captado mi atención por su vestimenta con colores llamativos y alegres. La primero que hice fue presentarme y explicarle el motivo de mi acercamiento; luego le pregunté si me permitía hacerle una entrevista y me respondió que sí.


El primer dato que necesitaba saber era su nombre y su edad, así que le hice la pregunta y aún con la voz cansada por el ajetreo del baile, me respondió:


Franciso Galupila (FG): Me llamo Francisco Galupila Juárez, vivo en el barrio de El Cristo y tengo 34 años, bueno, ya voy a cumplir 35 en un mes más o menos. 

Celina Romero (CR): Entonces, Don Francisco, justamente iba a preguntarle si es originario del municipio, pero se adelantó a mi pregunta. Dígame, ¿hace cuánto que se dedica a esto?


Franciso Galupila (FG): ¡Uy, no! Pues ya llevo rato dedicándome a esto, aproximadamente diez años. La verdad es que me apasiona mucho estar en ambientes como este; lo disfruto mucho. Si me hubieran dicho hace diez años que esto iba a ocurrir no lo hubiera podido creer. 

CR: ¿Y eso por qué? ¿Antes no le gustaba?


FG: Lo que pasa es que, cuando yo estaba pequeño nada más veía de lejos. No me atrevía a ir a verlos bailar como en primera fila y cuando crecí, empecé a trabajar y no me daba tiempo o más bien, no me llamaba la atención. Pero un día, uno de mis primos llegó diciéndome si quería participar en el carnaval con él y aunque al principio le dije que no, me insistió varias veces y terminé aceptando. Desde ese entonces, participo cada año y cuando hay algún evento en el que nos tengamos que presentar. 

CR: Parece que su primo sí debió ser muy persistente como para lograr que usted dijera que sí. Al parecer es una especie de tradición familiar o ¿no es así?


FG: Creo que es más un especie de inciativa propia, porque ninguno de mi familia o de la familia de mi esposa se había dedicado a esto. Mi primo y yo fuimos los que inciamos, aunque después él se salió y me dejó solo a mí. Al incio ya me quería salir pero descubrí que de verdad me gustaba y me gusta.

CR: Casi deja abandonado lo que hoy es algo que le trae mucha alegría y satisfacción. ¿La camada en la que está ahorita es la misma en la que entró o ha pasado por otras más?


FG: Sí, tal vez me arrepentiría ahora si en ese entonces me hubiera salido, aunque podría haber entrado a bailar años más tarde.
Recuerdo que al inicio entré en la camada de mi barrio, pero después como que ya no me gustó el ambiente, así que decidí buscar otras opciones y me topé con la camada en la que estoy ahorita. 

CR: Entonces, digamos que adquirió experiencia en la primera camada en la que estuvo, pero dice que se cambió porque no le gustó el ambiente, eso quiere decir que el ambiente que tiene con la camada que está ahorita es mucho mejor, ¿no?


FG: ¡Claro! Una de las razones por las que decidí unirme a esta camada fue el buen ambiente. Todos nos tratamos muy bien y las personas que están al frente del grupo son buenos con todos. También me gusta estar aquí porque siento que tenemos más oportunidad de ser reconocidos al ser la camada representante del municipio. 
Camada San Pablo/Foto: Celina Romero

CR: El reconocimiento es importante dentro de este ámbito y creo que lo han conseguido, porque en varias ocasiones se ha visto que San Pablo del Monte ha estado presente en varios estados o regiones. A partir de esto ¿cuáles han sido las experiencias más gratificantes que le ha dejado el carnaval?


FG: Pues que a través de nuestros trajes nos reconocen. Yo fui reconocido a nivel Tlaxcala con un traje de faisán representando a todo el municipio de San Pablo del Monte. Ese ha sido uno de los momentos más memorables que he tenido a lo largo de estos diez años. Y no solo eso, sino que el traje que ahora llevo puesto también lo identifican y me hace sentir muy bien porque mi traje es mi identidad, es lo que me representa como persona al bailar el carnaval. 

CR: Qué gusto esuchar que una prenda tenga un signficado muy importante para usted. Y creo que tiene mucha razón, porque desde el momento de la presentación, yo ya sabía a quién quería entrevistar y no lo confundí porque solo habían dos personas portando un traje con el fondo de su capa de color plateado brillante y una estrella negra en su guante derecho; pero una persona era más pequeña que la otra, sí que supuse que se trata de algún familiar de usted, ¿es correcto esto?


FG: Sí, es mi hijo. Como verá quiero transmitirle el amor y la pasión por el carnaval. Con este ya son cuatro años los que participamos juntos y espero que podamos participar así durante mucho más tiempo. 

CR: Por eso los trajes iguales. Es grato saber que tenga a alguien que lo acompañe durante este tiempo y que comparta su mismo gusto por el baile. Aunque debe ser algo costoso darle mantenimiento a sus trajes ¿no?


FG: Le cambiamos algunas cosas cada año, pero su mantenimiento sale alrededor de ocho mil y diez mil pesos por cada trae, pero igual depende de lo que hay que cambiar. Ese es un precio estimado solo en plumas, porque la lentejuela tarda un poco más, así que no hay necesidad de cambiarla cada año, aunque ya depende del cuidado que se le dé mientras esté guardado, porque si no se guarda en un lugar en el que esté seguro sí se daña y hay que cambiarlo en un año y medio, pero como nosotros lo usamos solo cada año y cuando hay algún evento, entonces no hay necesidad de ello. 

CR: No tenía idea de que costara tanto, sí tenía en mente una cantidad, pero no pensé que fuera una suma muy grande de dinero.


FG: Así es, sí cuesta pero la verdad lo hago con todo el gusto del mundo porque es algo que me apasiona y que me ha permitido descubrir nuevas facetas de mí mismo. Además me ayuda a convivir y a pasar tiempo de calidad con mi familia. A veces pienso que si hubiera entrado años después al carnaval, no hubiera podido tener todos esos momentos gratos que ahora guardo. 

CR: Tiene razón, por eso todo pasa por algo. Tal vez era su destino. Tarde o temprano iba a hacerlo.


Hace diez años, Francisco Galupila Juárez no se hubiera imaginado todo lo que podía lograr a través del carnaval. Hoy, es una pieza fundamental para la camada San Pablo y para el municipio de San Pablo del Monte pues su pasión por lo que hace lo ha llevado a ser reconocido por muchos dentro y fuera del ámbito carnavalesco.


35 visualizaciones

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page